miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cuando el alma llora el cuerpo se descompone, se descompone en letras, notas musicales, sonetos y susurro estrellas y destellos, suele pasar años luz para que vuelva a componerse y sonar armoniosa nuevamente, explotar en notas y colores, ya que las flechitas en la espalda ya no esconden las errores, nauseabundo en un viaje sin rumbo por la planicie austral y nada cambia aun sigo siendo él que esconde un sueño envuelto en papel, con el final inconcluso, el de manos interesantes y boca carnosa, sentimientos de niño y poesía maldita.

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