Oda a la muerte
OH mi amada trabajadora del arte “sucio”
Tus cadavéricas manos ah de acariciar mi fría piel,
Tu más dulce beso de hierro y aniz que envuelve la belleza.
OH seguidora del fuerte y del débil
Del sano y del enfermo,
Tu que haz echo temblar a dichoso guerreros.
OH señor o señora, no haz de temer solo es la guía hacia lo desconocido
Es solo nuestra despojadora de lo material.
Bésame y ámame en el momento que te vea
Haz que tu figura sea mi reflejo de amor y compasión
Tu haz de ser la ultima que veré, y la ultima que se marchara.
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